"Soledad simplemente comprendió que ya no amaba a Pablo. Lo miraba una y otra vez y se daba cuenta que ese sentimiento se había transformado en otra cosa. No había sensaciones de odio ni de rabia. Sencillamente se encontraba flotando en un estado cercano a la nada de la pareja. Una relación en punto muerto, que no le había enviado nota de aviso a ninguno de los dos y que los encontraba dormidos en dos planetas que no se tocan.
La tarde que Soledad lo miró a los ojos y le dijo que ya no deseaba estar con él, Pablo le preguntó por qué. Ella no supo que decir, sólo terminó de armar sus valijas y se fue, dejando cenizas de un fuego que hacia tiempo había dejado de arder."
La tarde que Soledad lo miró a los ojos y le dijo que ya no deseaba estar con él, Pablo le preguntó por qué. Ella no supo que decir, sólo terminó de armar sus valijas y se fue, dejando cenizas de un fuego que hacia tiempo había dejado de arder."
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